La principal diferencia es que el software
CRM (Customer Relationship Management)
está enfocado en lagestión
de la relación con los clientes para conseguir una mayor fuerza de
ventas. Un software CRM nos permite establecer una relación
más cercana con los clientes, pudiendo conocer sus necesidades, sus
preferencias, mantener un historial de nuestra relación con el cliente, cuantas
veces conversamos con él, cuanto hace que no hay comunicación, cuando fue la
última vez que le enviamos un pedido o un catálogo, cuantos correos hemos
intercambiado, etc. Mientras que el software ERP (Enterprise
Resource Planning) está destinado a la gestión
integral de la información que
se maneja en la empresa, lo cual permite organizar y manejar la producción,
facturación, cobros, contabilidad, etc. en definitiva, se trata de planificar
los recursos de la empresa, sin involucrar al cliente y sus necesidades y/o
preferencias.
Un buen software CRM debe poder manejar estratégicamente
toda la información referida a los clientes, para así poder conocerlos mejor de
cara a brindarles el trato personalizado que cada uno requiere, de acuerdo a
sus necesidades y preferencias. Mientras que un buen software
ERP debe poder
guardar toda la información administrativa y contable de los clientes. Se debe
poder extraer información acerca de la facturación, la cuenta corriente, la
entrega de productos, automatizar las finanzas y mantener dicha información
consolidada y accesible a personal debidamente autorizado.
Mientras que con un sistema
ERP tendremos la
información de pedidos, fechas de facturación, fechas de entrega y cobros, etc.
con un buen sistema CRM podríamos tener una mejor idea de en
qué momento del mes es más conveniente realizar el cobro, conocer las
preferencias en sus pedidos o los días y horarios de entrega. En definitiva, si
se conocen las necesidades de los clientes, podemos atenderlos mejor,
ofrecerles lo que necesitan, y aumentar por tanto su fidelidad hacia la
empresa.
Resumiendo, un ERP nos permite mantener las cuentas
claras con el cliente. La protagonista aquí es nuestra empresa. Un buen ERP nos permite mostrar una buena imagen
nuestra mediante la buena organización de nuestra información. Un CRM por el contrario, nos permite mejorar
la relación con el cliente. El protagonista, en este caso es el cliente. Un
buen CRM nos permite responder rápidamente a
las peticiones de nuestro cliente.
Ambas son herramientas que deberían trabajar
de la mano para ayudar a empresas y organizaciones a crear y disponer de
ventajas competitivas que marquen la diferencia y que les puedan situar en la
cabeza de los mercados en los que trabajen.
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